La Etnobotánica
Abstract
Se debe a Harshberger (1896) la expresión, repetida por Jones (1941) y otros autores, de que la Etnobotánica no consiste en el mero enlistado de especies vegetales útiles, sino en “el estudio de las interrelaciones del hombre primitivo con las plantas” (Martínez Alfaro, 1976a).
La mayor parte de los estudios etnobotánicos se han llevado y se llevan a cabo en comunidades calificadas como primitivas por su notable dependencia del ecosistema en que se encuentran enclavadas; pero, tal hecho no caracteriza necesariamente a la Etnobotánica y por lo tanto, no puede servir para definirla (Rosas, 1975).
En realidad, la definición anterior refleja una actitud consciente o inconscientemente clasista, culturista, etnocentrista, egoísta y folklorista. En una sociedad dividida en clases, tal actitud es explicable en los
científicos que dejamos de estudiar objetos, hechos y fenómenos naturales para interesarnos en hechos y fenómenos culturales propios de grupos humanos que difieren de aquel al que pertenecemos (o con el cual nos identificamos) en su apariencia física y en su modo de ser, de hacer y de pensar. Frecuentemente nos colocamos, identificados con la ideología de la clase dominante, como intelectuales que podemos tratar los objetos de nuestro estudio con la superioridad que nos confiere el pretender poder hacerlo con objetividad científica y no con la lógica empirista (también objeto de estudio) de
nuestros informantes, pertenecientes a distintas culturas y subculturas no siempre bien comprendidas e incluso menospreciadas.