CARACTERIZACIÓN DE DOS AGROECOSISTEMAS DE MEMBRILLO (Cydonia oblonga Miller) EN LA REGIÓN MAGDALENA-ÍMURIS, SONORA

  • Cynthia Paola Gallego Gauna Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C.
  • María del Carmen Hernández Moreno Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C.
  • Ana Isabel Moreno Calles Escuela Nacional de Estudios Superiores, UNAM Unidad Morelia
  • Doris Arianna Leyva Trinidad Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C.
  • Alfonso Antero Gardea Béjar Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C.
Palabras clave: biocultural, conserva artesanal de frutas, ecosistemas semiáridos, patrimonialización del territorio

Resumen

En el noroeste de México el sector agrícola se relaciona con una lógica de producción intensiva de hortalizas alineada a los procesos de globalización agroalimentaria. Sin embargo, a pesar de la implementación por décadas de políticas públicas e inversión privada orientadas al fomento de tal especialización productiva, hay regiones como Magdalena-Ímuris, Sonora en las que a través de la transmisión de conocimientos intergeneracionales se ha preservado el cultivo de frutales para el consumo local. Se trata de procesos históricos de hibridación cultural, adaptación socioecológica y adopción de especies vegetales introducidas desde Europa, poco estudiados como espacios de conservación, resistencia y reservorios de biodiversidad. El objetivo de este estudio fue caracterizar histórica, etnobotánica y bioculturalmente los agroecosistemas de membrillo en esta región. A través de un enfoque de investigación mixto, se realizaron investigación documental y transectos bioculturales; se georreferenciaron los espacios productivos e hicieron entrevistas semiestructuradas. Se identificaron 95 refugios de conservación de membrillo (Cydonia oblonga Miller.): 12 correspondientes al agroecosistema “huertas comerciales” que varían entre 100- 3,400 árboles de membrillo; y 83, al agroecosistema “huertos de traspatio” con 1-40 membrilleros coexistiendo con otras 90 especies vegetales entre las que destaca una diversidad de árboles frutales. Estos agroecosistemas tienen importancia biológica, social y cultural y preservan una tradición tricentenaria de producción de frutas que procesadas en conservas artesanales, han posicionado al membrillo como emblema regional. En conclusión, reconocer la región de Magdalena-Ímuris, Sonora, como refugio de conservación in situ, de resistencia biocultural y reservorio genético, permitiría revalorizar el cultivo de frutales como patrimonio biocultural regional y medio de vida para las familias rurales que han custodiado esta tradición.

Publicado
2024-08-30
Sección
Artículos en extenso